15 de noviembre de 2011

Un empate colonial

Era una tarde de martes, la mayoría se preocupaba por su rutina cotidiana mientras otros aún no dejaban de hablar del partido ante Panamá; y así de repente, un error del capitán campeón del mundo y la perspicacia de un cartucho cargado de municiones pararon el país por los sesenta minutos de juego restantes.

Ese gol de nuestro “pichichi” del campeonato nacional Randall Brenes nos recordó a cada uno de los costarricenses, que sí, somos un país CHIQUItito, pero ¡cómo vivimos el fútbol!

La selección nacional estuvo sesenta minutos exactos por encima del marcador, es decir durante dos tercios del partido la selección fue superior en el marcador y además desplegó buen fútbol; pero nuestras ansías y falta de consistencia nos volvieron a cobrar la factura a los minutos 82 y 91.

El sufrimiento no fue en vano y algunas conclusiones se pueden rescatar de este empate que no molesta tanto, únicamente por la calidad del rival, pero siempre queda un zumbido flotando en la mente de “pudo ser victoria”.

Joel Campbell (19 años), Bryan Oviedo (21 años), Keylor Navas (24 años), Bryan Ruiz (26 años) y el resto de jóvenes talentosos que abundan en nuestro país, dejaron muy en claro que no son la futura base de la selección nacional, si no que son la base esencial de la presente selección y que la ausencia de alguno por una que otra convocatoria de época colonial es una gran pérdida para el fútbol costarricense.

Pinto pintó el cuadro de alineaciones de la selección tomando en cuenta factores como: el destacado hecho de que los legionarios deben volver a sus clubes europeos en buen estado físico para entrenar lo antes posible y además el poco lapso de tiempo que tuvo para preparar a sus pupilos para dos partidos importantes (Panamá y España).

Dicho lo anterior y fijándose en los huevos revueltos de fechas que le otorgaron para los partidos a jugar, Pinto cocinó eficaz y tradicionalmente la formación de la selección nacional; consiguiendo así un empate ante el campeón del mundo, pero aún más importante, una paridad ante quienes fueron nuestros maestros y nos colonizaron alguna vez en el Siglo XV.

Finalmente y sin querer convertir esta opinión en una clase de historia, nada más queda agradecer como nos enseñaron en la escuela a: El Pinto, por superar con creces las expectativas previas que tenía la dura opinión pública después del mal partido en Panamá, a El Niño Torres, quién junto al resto del ataque español no anduvo fino y, ¿por qué no? a la Santa María que nos regaló una tarde de martes inolvidable en el Estadio Nacional.

11 de agosto de 2011

De Ruiz, Messi y otros demonios


Es más fácil ver un problema ajeno que uno propio, quién amante del fútbol después de ver jugar a la selección Argentina no se pregunta ¿Cuál es ese número "10" que juega en Barcelona y por qué dicen que es tan bueno?

Haciendo las escalas pertinentes en cuanto a nivel de fútbol de esto no tenemos dudas: Algo le sucede al rendimiento del mejor jugador del mundo (Lionel Messi) y al mejor jugador costarricense (Bryan Ruiz) en sus respectivas selecciones.

Antes de adentrarnos en un análisis más profundo los invito a ustedes los hinchas a dejar de lado por un momento los prejuicios tan repetitivos y sin fundamento como: "No sienten la camiseta", "Sólo juegan por dinero", entre otros.

Cualquier fanático de fútbol con solo ver la facilidad con la que se pega y despega el balón de los pies de Ruiz o Messi sabe que se trata de un talentoso con técnica de sobra, de un jugador que puede anotar o hacer un pase de donde sea en la cancha, de un "artista" profesional.

Esa manera artística de usar los pies para mover un balón hace soñar hasta a los que no aprecian el deporte, y uso un derivado de la palabra arte porque ¿A quién, aunque no sepa nada de pintura no le atrae un cuadro de Da Vinci? ¿Quién no se ha sentido identificado con una canción alguna vez? A través del arte se expresan ideas y emociones, pero sólo los verdaderos artistas expresan su visión del mundo en lo que mejor saben hacer.

Nos causa tanto impacto ver cómo con tal "estética" alguien puede manifestarse, que caemos en el error de creerlo de otro mundo ajeno al nuestro, santificándolo (San Bryan del Twente es popular) o demonizándolo dependiendo de su obra del día.

Damos por sentado que su trabajo nos pertenece y no que el espectáculo que brindan es un regalo.

En sus clubes europeos Ruiz y Messi son un jugador más del equipo, les pasan el balón para ayudar al equipo, no les exigen una salvación milagrosa cada vez que tocan el balón, ni tres amagues seguidos con un tiro excepcional; es así como reciben grandes sorpresas de estos jugadores todos los domingos en el estadio, es ese el resultado cuando un artista tiene libertad de ir y venir como quiere.

Como buen artista excéntrico, mientras más le exijamos a Ruiz que sea el MESSÍas milagroso de todas nuestras penas futbolísticas y nuestro paupérrimo trabajo en equipo, más se va a frustrar éste de intentar darle al público lo que no puede, y lo peor de todo, seguiremos dejando que sus mejores obras solo se puedan ver en el extranjero.

11 de julio de 2010

Héroes y Villanos de Sudáfrica 2010.


El 6 de mayo del 2009 después de una polémica semifinal de la Champions League entre Barcelona y Chelsea escribí una nota llamada "La suerte del campeón" , en la que casualmente el que se vistió de héroe en esa ocasión, también fue, Andrés Iniesta, el anotador del único gol de la final del mundial Sudáfrica 2010.

Méritos y honor no le faltan al equipo español, que inspirados en la ideología de fútbol de "mientras tengas el balón el rival no podrá anotar" el famoso Tiki-Taka irónicamente creado y perfeccionado por el holándes Johan Cruyff, han logrado renovar y devolver ese espectáculo al deporte más apasionante del mundo.

No obstante en mi nota de mayo 2009, me limité a no hablar mucho del arbitraje del inglés Howard Webb, casualmente también, árbitro de la final del mundial 2010 quién una vez más se vistió de villano del fútbol y destruye una vez más la esencia del fairplay de la FIFA.

La esposa del señor Webb en declaraciones un poco ofensivas dijó que no se explicaba cómo podía el inglés mantener a los jugadores en línea, cuando no puede ni mantener a sus hijos en línea.

Su esposa algo de razón tiene, es cuestión de buscar en google el nombre Howard Webb para ver los horrores árbitrales y el odio que se ha ganado en algunas partes del mundo.

La final de la copa del mundo Sudáfrica 2010 no fue la excepción, una patada en el pecho de Nigel De Jong que atentaba contra la salud física de Xabi Alonso ameritó solo una tarjeta amarilla para Webb. Un tiro libre de Sneijder antes de la jugada de gol de Iniesta, que fue claramente desviado por la barrera, fue señalado como saque de puerta y posteriormente significó el gol de España y el campeonato del mundo.

No creo que tecnología en el fútbol sea la solución, ya que esta polémica, esta incertidumbre a lo que puede pasar, es lo que nos apasiona del fútbol, lo que lo vuelve más real, más humano y a la vez imperfecto, como somos todos.

Esto es lo que diferencia al fútbol de la pragmacia y el dogmatismo de deportes como el fútbol americano, en el cual si hay duda se repite en computadora, o en el baloncesto que casi todo contacto físico es cobrado, pero la FIFA debe encontrar una manera de capacitar a los árbitros para que, como los equipos, ellos también se ganen un puesto en las finales.

21 de noviembre de 2009

Sin consistencia, no hay safari

Después del trago amargo del miércoles, después de saber que luego de dos mundiales consecutivos jugando bien o jugando mal el año entrante vamos a ver el mundial de fútbol sin la ilusión de levantarnos en la madrugada para ver a algún tico intentar lo épico, sin que den feriado nacional por alguna razón que nadie entiende pero tampoco alega, sin poder llenar un álbum panini con los nombres incorrectos y fotos dudosas de la sele, el no poder escuchar una nueva canción de Tapón para la sele que misteriosamente a "nadie" le gusta, sin embargo se conocen las letras y suena ya sea en repretel o teletica siempre antes de un partido.


En fin después de la nostalgia que aún deambula por las calles costarricenses me pregunté varias irregularidades de todo el proceso eliminatorio hacia Sudáfrica 2010. La consistencia que hubo en nuestra selección fue nula, sufríamos de partido de por medio.

Primer ejemplo: Inicio de la eliminatoria, Costa Rica empieza perdiendo 2-0 ante Granada en la era de Hernán Medford, selección termina ganando 5-2 marcador global contra Granada. Segundo ejemplo: ¿Cómo pasa un equipo de ser el primer lugar de la hexagonal final al cuarto lugar en tres partidos? Nos encontramos con un problema de síntoma de superioridad y el "Aztecazo dos" terminó siendo Aztecas 2- Costa Rica 0. Tercer ejemplo: ¿Cómo se pierde una clasificación en minutos de descuento? Ya sea contra El Salvador en tierras cuzcatlecas o en tierras norteamericanas contra Estados Unidos la confianza en los últimos minutos nos recargaba la cabeza. Cuarto ejemplo: ¿Cómo se puede perder en casa en un partido de repechaje y después demostrar tremenda calidad en un estadio legendario como el Centenario? Y hay más ejemplos de donde salieron esos, las veces que la selección nacional jugó mejor fueron las ocasiones en las que no hablaron y simplemente jugaron. Con humildad, con respeto al rival pero sin miedo a él, con ganas de jugar fútbol, de sudar la roja.

A nadie se le premia la irregularidad y por eso hoy no estamos en Sudáfrica, muchos jugadores que pareciere que han usado la camiseta de la selección siempre como Walter Centeno o Luis Marín cierran ciclos importantes y la responsabilidad caerá en nuevos jugadores con talento que empezaran a escribir nuevas páginas con una nueva selección. Otra vez, después de una reflexión la vida continua con o sin nosotros y a pesar de la decepción de no ir al mundial, si se quiere, se puede sacar algo positivo de estos resultados para no caer en el peor de nuestros errores como ticos, la soberbia y la inconsistencia por que el talento está reflejado con sólidos ejemplos, que lo tenemos.

19 de noviembre de 2009

Crónica de los dólidos de América

(Último esfuerzo del jugador que lleva el peso de ser el timonel de toda la selección)

Se veían venir 180 minutos muy latinoamericanos en los que los dólidos de América, los de la repesca, los del casi pero no, se jugaban un último chance a la máxima competición, un espectáculo que hacía vibrar a dos naciones del nerviosismo.

Cualquier hincha podía asegurar desde el pitido inicial que más que un partido de fútbol era una guerra de once contra once en la que se luchaba por el boleto número 32 que tenía escrito un viaje pagado al safari del 2010.

No era momento para lujos, el equipo que tuviera más ganas y el que más sangrará en la cancha era el que iba ir a Sudáfrica y el profesor uruguayo siempre lo tuvo presente. Costa Rica perdía muy pronto su primer soldado, al minuto 15 en San José caía Gilberto Martínez que por más entusiasmo que tuviera de sudar la roja esa noche, sus piernas ya no estaban para el campo minado artificial del Ricardo Saprissa.

Uruguay supo defender en tierras enemigas y un gol enredado de tiro de esquina del capitán celeste Diego Lugano, más una noche de poco fútbol de ambos bandos, le daban la primera batalla a los bicampeones mundiales en alguna época y, con un pie en el continente africano Uruguay ya preparaba la fiesta en el legendario Centenario.

Pocos días después empezaba la segunda batalla en tierras sudamericanas, y por más garra que se le veía al equipo costarricense (nunca los ví correr tanto) la fé de un país tricolor estaba casi por el piso y lo único que podía hacer creer a la nación de nuevo era un milagro. Al minuto 30' una entrada polémica del último defensa uruguayo ante el volante Cristian Bolaños generaron gritos en cada esquina del país que más que tarjeta roja reclamaba suerte al menos.

Cuando el partido parecía que iba a ser la misma historia que en San José después de un buen gol del sustituto Sebastián "el loco" Abreú, unos cambios muy ofensivos de Costa Rica y un remate del capitán Walter Centeno al minuto 74 (5 minutos después del tanto uruguayo) hacían soñar, gritar, alentar a un país que no le quedaba ni una gota de esperanza.

Como un rayo atacaba la tricolor después del empate y el silencio en el Centenario asustaba a cada celeste en sus casas mientras en Costa Rica cada bar, casa, oficina, era como estar presente en Montevideo.

Poco después salió a relucir la más conocida de las tradiciones latinoamericanas la "maña" o experiencia como le quieran llamar, una polémica en el banquillo (¡vaya que no aprendemos que así perdimos el campo seguro en Estados Unidos!) me hacián ver la peor imagen que he visto de un estadio que respeto como el Centenario, plagado de polícias y "periodistas" irrespetuosos se detenía el partido por más de 4 minutos y como hielo se enfriaba el ánimo y las piernas de los jugadores costarricenses.

Los 7 minutos de descuento o la opción clara de Alvaro Saborío alrededor del minuto 80' no fueron suficientes pues Uruguay despertó y volvió al oficio de mantener el balón y defender (lo cual hicieron mejor que nosotros en ambos partidos). En fin la vida continua y en lugar de buscar culpables creo que es esencial hacer una reflexión de todo el proceso que talvez, mejore al fútbol nacional.

1 de noviembre de 2009

Homenaje para un muy "Pipa" Higuaín


Se le conoce como "Pipa" Higuaín por ser el menor de su familia y por que a su padre le llamaban igual, pero la palabra "pipa" tiene un extenso número de significados en diferentes lugares y creo que dentro de la cancha Gonzalo Higuaín cumple casi todas de ellas.

Se le llama "pipa" a una persona audaz, una persona inteligente, astuta, ingeniosa, también está la expresión "lo pasamos pipa" que quiere decir muy bien y por supuesto el instrumento para fumar (de esta última podemos estar seguros que no le cabe al franco-argentino porque el tipo corre toda la cancha cuando juega).

Higuaín es el jugador que cualquiera quiere tener adentro cuando está en problemas en la cancha y creo que quedó muy claro desde el principio de su carrera en Real Madrid en la temporada 2006/2007 cuando en tiempo de descuento y con un Barca practicamente campeón, un latinoaméricano nuevo en Europa de 19 años le frustraba la celebración a los "culé" en las últimas jornadas. O hablemos de algo un poco más reciente, su primera actuación con la selección albiceleste contra Perú hizo un gol (palabra que pareciere la selección argentina olvidó) que provocó un grito en el monumental que parecía que decía ¿Cómo no lo llamaste antes "Diego"?

No es de lujos es cierto, no lo he visto intentar un regate que no sea posible o sacándose dos túneles que asombren a la afición, pero tampoco lo he visto creando discusiones con nadie, si le toca el banco se lo "banca" o inclusive la convocación. Expresa su opinión pero siempre sabe cual es su posición de trabajador/jugador. Aún no lo he visto recibir una tarjeta roja o en los chismes de la farándula (a veces me cuesta creer que juega en el Real Madrid).

Sus goles y éxito no se deben a "talento de otro planeta" son un premio a la disciplina, al esfuerzo y a la dedicación que pone todos los días en su laburo. Una reverencia de todo "Para el Hincha" que no es mucho pero es algo, para un muy pipa Higuaín que siempre recuerda de donde viene y nos hace "pasarla pipa" cuando lo vemos jugar al fútbol.

http://www.youtube.com/watch?v=AaJAws1EaTA&feature=related

14 de octubre de 2009

De la gloria al luto


Era una noche de nervios de punta y tensión eléctrica para todo el sector de la Concafaf. Nadie anticipaba lo que llegaría a pasar. La selección de Costa Rica se enfrentaba a la de los Estados Unidos en la tierra del "Tío Sam" mientras que una Honduras con ilusión visitaba el Cuzcatlán en tierras salvadoreñas.

Al minuto 20 una presión tica inusual en campos norteamericanos rendía frutos, Bryan Ruiz militante del Twente holándes conseguía el gol tico colandose por la izquierda brindando esperanza a un país que pedía más de él. El ataque continuó, y al minuto 23 una excelente triangulación y un zapatazo de fuera del area del mismo Bryan Ruiz más un empate a cero en El Salvador ponían a la tricolor, en la primera parte, en la mayor competición mundial.

La segunda parte un mar de dudas , presión y un candado tico que nunca le funcionó el cerrojo, mientras el equipo estadounidense percatándose de la situación movía el banquillo y ponía a Costa Rica a sacar agua del bote.

Al minuto 71 caía ese temido gol del sustituto Michael Bradley junto con la anotación de Carlos Pavón en tierras cuzcatlecas. La situación se tornaba gris y el partido se salió de control absoluto con la expulsión del entrenador y asistente tico debido a una confusión con la sustitución del jugador Douglas Sequeira.

A 20 segundos del final después de 5 minutos de descuento en el agregado por la polémica,
un cabezazo de Bornstein de tiro de esquina inevitable dejaba en la zona del repechaje por diferencia de goles a la desmoralizada selección de Costa Rica y a una nación entera con el empate más amargo de su historia.

En fin una sincera felicitación al equipo catracho ya que a pesar del golpe de Estado que enfrentan siguen jugando bien al fútbol. Levantar la moral de este equipo no va a ser tarea fácil y no podemos esperar que Uruguay nos regale un cupo en Sudáfrica pero de mi parte creo que los jugadores solo pueden aprender de esta experiencia y mientras exista la posibilidad de ir al mundial seguiré apoyando a mi selección.